Hace 14 años | Por vegaCR a nacion.com
Publicado hace 14 años por vegaCR a nacion.com

Ebodio Castillo, un inmigrante mexicano, pasó sus últimas horas dando gritos sofocados por la falta de aire, llorando de dolor e implorando que le prestaran ayuda, pero no recibió atención en la cárcel donde cumplía condena de cinco días por manejar con la licencia suspendida. Más de dos decenas de presos que fueron testigos de su deceso relataron el caso en cartas y entrevistas.