Hace 13 años | Por albertoi a razionaliza.blogspot.com
Publicado hace 13 años por albertoi a razionaliza.blogspot.com

El pasado mes de agosto, tras la lectura de varios artículos y libros ( we think, wikinomics ) mi cabeza empezó a dar vueltas y vueltas sobre lo ideal de cruzar la realidad de la innovación en masa con la política y crear, poco a poco, un entorno abierto a la perticipación de cualquier persona que esté preocupada por un tema concreto.¿está la politica participativa preparada para generar proyectos completos, o solamente puede debatir sobre temas aislados?

Comentarios

D

Creo que algo como esto Ubuntu Brainstorm

Hace 16 años | Por dexae a fridge.ubuntu.com
,pero aplicado a la política sería una buena idea. Eso sí en la teoría casi todo parece bueno pero en la práctica puede no ser viable.

AmenhotepIV

La política como "sustancia" no es lo mismo que la utilización de esa sustancia por el político. Me parece loable el intento pero no creo que sin "depurar sustancialmente" al personaje social (La Casta), podamos creer en la participación ciudadana auténtica ni en el debate objetivo y particular que no esté condicionado por la realidad actual: ninguna credibilidad para "seguir" con actitud alguna en las actuales circunstancias.

AmenhotepIV

#2 Estas son "mis emociones", pero lo meneo!!

#2 quién es el personaje social?
la clase política quizás?

creo que la política 2.0 acabará prescindiendo de los políticos para dejar de verdad la soberanía al pueblo. o al menos, quedarán como meros representantes/mensajeros que no tengan poder.

AmenhotepIV

#4 Es una esperanza que está por ver y aún faltará mucho en convertirse en realidad. Sí, es la clase política.

Ksjetd

Hay quien cree que hace falta una política 2.0, yo creo que hace falta una ingeniería política.

http://ingpolitica.blogspot.com/2010/11/seleccion-de-personal-puesto-politico.html
http://ingpolitica.blogspot.com/2010/11/upyd-se-buscan-politicos-con-tres-anos.html

Los políticos piden confianza, fe, aluden a los sentimientos, son charlatanes, el equivalente a curanderos.

Los políticos no ofrecen ninguna garantía de su gestión a priori, no se comprometen a alcanzar unos objetivos, si se compromenten, a menudo fallan en ello, y si lo consiguen lo habitual es que sea una victoria pírrica, que se haya perdido más por otro lado. Son charlatanes, el equivalente a curanderos.

Imaginad que estáis enfermos, ¿iréis al curandero?, ¿escogeréis el "comodín del público"?

Imaginad que se os rompe el coche, ¿se lo llevaréis a ese tipo tan majo que dice que sabe de coches?, ¿preguntaréis en forocoches?, ¿tal vez prefiráis un mecánico? Si es para comprarlo nuevo, es un caso aun más claro.

Uno no deposita su fe en un arquitecto, el edificio puede ser más bonito o menos, algo más eficiente energéticamente o menos, pero está sobradamente garantizado que no se va a caer porque el vecino del quinto salte un par de veces, da igual el arquitecto que lo haga, porque está hecho conforme a la ciencia y sobradamente demostrado y comprobado. Los políticos en cambio, no ofrecen ninguna garantía, sólo piden que creas en ellos y que confíes.

Es lógico que en este clima en que los políticos parecen más preocupados de engañar a los votantes para que les voten y luego pacten entre ellos acuerdos como la ley Sinde, los ciudadanos prefieran tomarse la justicia, o mejor dicho, la política, por su mano. Y posiblemente sería mejor que lo que tenemos ahora, pero desde luego no es la solución.

No nos engañemos, todo el mundo sabe de política, como saben de fútbol, de diseño gráfico, de arte, y tantas otras cosas. Haced introspección, ¿a cuánta gente os encontráis que dicen saber de vuestro trabajo y realmente no tienen ni idea? La ignorancia es atrevida.

Gestionar un país no es sencillo, es un sistema muy complejo, con muchas partes interaccionando entre sí, como un programa informático enorme y mal escrito (porque no se viene haciendo bien), parecido al código genético, hecho por ensayo-error más que por diseño inteligente, ciertamente poco mantenible (aunque el código genético es mucho más complicado que la jurisdicción de un país). La política es complicada, por eso tiene que ser gente formada en esa cuestión y con sobrada experiencia. Es un trabajo que corresponde a ingenieros que resuelvan con conocimientos y métodos con garantías los problemas a que se enfrentan. Hace falta ciencia.

La política es pública, por eso ha de compartirse la información de lo que se hace, por qué se hace y lo que se espera conseguir en todo momento, en formatos accesibles y comprensibles para los votantes, que son jefes y supervisores. Hace falta transparencia.

Éstas son las dos claves, las dos cosas que hacen falta, no para arreglar nada, sino simplemente para que evolucione a mejor y no a peor, el que sea de manera más rápida o lenta dependerá de muchos factores, pero sin estas dos cosas el que evolucione a mejor es cuestión de suerte y casualidad, y parece que últimamente no tenemos mucha.

Son dos cosas fundamentales, que brillan por su ausencia.

Y lo demás, puede ser mejor o peor, pero habiendo dos carencias tan básicas yo diría que preocuparse de otras es marear la perdiz y hacer cortinas de humo.