En las últimas semanas hemos escuchado como una parte de nuestra clase política se excusa de hechos tipificados como “ILEGALES”. Gracias a la constancia de algunos medios de comunicación han salido a la luz graves irregularidades cometidas por diferentes cargos públicos. Las Administraciones no han investigado los hechos, y los partidos políticos se han enzarzado en un intercambio de acusaciones; unos y otros, han justificado, a su manera, lo actuado por los suyos y demonizado a los contrarios.