Publicado hace 12 años por manalmuro a cronicasbarbaras.blogs.com

Si el cronista fuera católico, que no, porque es laicista y ni siquiera está bautizado, agradecería a Zapatero y a la delegada del Gobierno en Madrid, Dolores Carrión, haber facilitado el acoso y la humillación masiva de creyentes en escenas de gran crueldad, que muestra al mundo que se tolera una persecución religiosa en España.