Un análisis estadístico aplicado a 110 lenguas pre-industriales ha revelado que las diversas culturas conceptualizan los colores de maneras similares, a pesar de que los mencionen en su propio idioma y los organicen en categorías de maneras distintas. Ocho categorías básicas con diversas tonalidades cada una servirían para “encajar” todos los colores descritos por las lenguas del mundo.