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Como "revolucionario" que durante mucho tiempo me he sentido cercano al trotskismo, dos reflexiones:
1. El discurso trotskista es vitalista y les gusta a los jóvenes porque rompe con el pasado
2. El discurso trotskista está siempre peligrosamente cerca del discurso fascista. Aunque las intenciones sean opuestas, y aunque el "malo" fue Stalin y no Troski, predicar la acción antes que la reflexión y el éxito como un valor en sí mismo no puede llevar a ningún sitio bueno. Funcionó en la revolución de octubre (una vez) hasta que pereció, víctima de sus propias contradicciones: si liquidas a los anarquistas y a los socialdemócratas por "blandos" estás pidiendo a gritos el ascenso de un Stalin, aunque luego te duela obtener lo que pedías.
#3 Estaría de acuerdo con el artículo si se hubiera restablecido de la II República y de todos los que dieron su vida por ella. Habla de Japón y de las bombas atómicas, pero es que allí todos los años rinden honores a las víctimas.
No se trata de cavar hondo en el pasado, se trata de darles sepultura y no dejarlo en una cuneta olvidada, pues la política actual es un fiel reflejo y bebe directamente de ese pasado.
Si haciendo caso al caballero, miro al presente trotskista, me encuentro que en el plano internacional son los mayores colaboradores con las tesis imperialistas, hablando de falsas revoluciones que dan lugar a "democracias" de la sharia, en las que los recursos del país se venden al mejor postor, en concreto a las antiguas potencias coloniales.
Creo que este texto, bien se puede extrapolar a la situación de nuestro país ya que la equidistancia y las consecuencias de sus discursos, tienen los mismos efectos.
La equidistancia es sin duda un refugio ideal para las buenas conciencias y tiene la ventaja de la ambigüedad que permite posicionarse en un lado o en otro según discurran los acontecimientos. Se trata de una falsa simetría que coloca en el mismo plano al agresor y al agredido.
Podemos denunciar a las corporaciones mediáticas, a los políticos y publicistas que nos siguen vendiendo la guerra con la misma retórica moralista y con prácticas cínicas, el problema es que les sigue funcionando, por lo menos con la gente poco concienciada. La novedad es que ahora disponen de una cohorte de filósofos, intelectuales y artistas que se venden como estrellas mediáticas, aunque sea en medios alternativos, que incluso se creen lo que dicen, creen defender realmente los derechos humanos y estar del lado de los pueblos, pero su labor ha sido la de acompañar los discursos imperialistas y bloquear el surgimiento de movimientos de oposición a la guerra enfangándonos en discusiones estériles sobre su propio posicionamiento.
Sus textos, conferencias e intervenciones mediáticas han tenido una gran eficacia para confundir, persuadir y culpabilizar a los activistas contra la guerra, a la gente más dispuesta a ofrecer resistencia efectiva a la guerra imperial y a la propaganda de guerra.
canarias-semanal.org
Contesto al autor del artículo. Estoy en parte de acuerdo, pero empiezo por el desacuerdo:
La lucha por la memoria histórica es ESENCIAL en un país en el que el fascismo rehizo sociológicamente a la población durante 40 años, y donde las mayores familias políticas y empresariales (empresas del Ibex 35) tienen su origen en los privilegios otorgados por la mafia fascista. La única legitimidad que tiene hoy en día la clase dominante es la legitimidad de sus abuelos, la de haber ganado la guerra a través de exterminar físicamente a decenas de miles de sus adversarios mediante un plan sistemático muy bien organizado. Denunciar continuamente esto es una batalla que forma parte de la guerra contra los ricos para conquistar nuestros derechos.
Una vez aclarado esto, creo que has escrito el artículo en un calentón, si no hubieses reparado en lo que he dicho. Pero voy a mirar la luna y no el dedo, pues en tu argumentación hay un espíritu de fondo con el que sí estoy de acuerdo:
Una cosa es que la lucha por la memoria histórica sea esencial para la guerra de clases (y para eso ya existen plataformas y asociaciones que plantan batalla, si no te gusta, no participes en ellas). Pero con lo que estoy de acuerdo contigo es con tu argumento de fondo: no podemos hacer del victimismo nuestra bandera.
Esto es una inercia que tenemos adquirida, que es, en parte culpa nuestra, en parte por pura necesidad de autoconservación durante la dictadura. Durante una persecución en una dictadura, los grupos que sobreviven son los que consiguen pasar a la clandestinidad y conservar su identidad. Esto fue necesario durante el fascismo para no ser exterminados, pero ahora ya no nos sirve porque lleva a la autoreferencia y al victimismo. Afortunadamente estamos mejor que hace 10 años.
El levantar principalmente la bandera de que fuimos víctimas (por muy cierto que sea) es un error estratégico crucial. Obvia uno de los elementos más importantes de la psicología humana y de la psicología social: no nos gusta ser víctimas, no nos gusta ser débiles, no queremos formar parte de grupos marginales. Tendemos a querer integrarnos en grupos fuertes. Y hablo de mayorías, que es lo que aspiramos a formar.
Por eso el 15M tuvo éxito. Porque fue un punto de encuentro entre las izquierdas, los descontentos, y la gente harta de las oligarquías mafiosas. Pero ante todo, porque se pudo llegar a sentir mucha fuerza durante las primeras semanas. Es esto lo que hizo de efecto aglutinante.
Dicho esto. Sí, la lucha por la memoria histórica es necesaria. Y no, no podemos enarbolar el haber sido víctimas como bandera para obtener fuerza: desmoraliza a la gente. De la misma forma que no obtenemos fuerza difundiendo porrazos de la policía, difundiendo el nuevo código penal, explicando cómo vamos a acabar en un calabozo oscuro, o poniéndonos en escenarios de debilidad, por mucha ira que nos pueda levantar. La gente "normal" no quiere ir a la calle a que le abran la cabeza, ni la apetece que la multen, ni la apetece pasar cuatro horas en comisaría. Hay que dejar de dar pena para, como dicen los Riot, empezar a dar miedo a la burguesía, a los ricos y a las clases dominantes en general. Para generar organización hay que generar sensación de fuerza, no de indefensión. Ahora, no es tan fácil como escribirlo desde Menéame. Pero desde luego, mirando hacia atrás, estamos mejor organizados que antes de 2011.
No estoy de acuerdo. Es necesario cerrar heridas o siempre habrá "2 españas" con resquemores que siempre terminarán por aflorar en forma de discrepancia, violencia, desconfianza...
Pensábais como perdedores ya durante aquella guerra y por eso hubo que eliminar a anarquistas y socialdemócratas, igual que hubo que combatirlos, con tanta y más saña que a los burgueses tras la revolución de Octubre. También a nosotros los trotskistas nos tocó el turno, es cierto, pero en el marco político de una lucha personal contra Stalin, y no por blandos, por fofos, por fríos, por apegados a la ética burguesa y cristiana del quién es el agresor, quién tiene la culpa, quién consiguió comprar más votos en unas elecciones que sabemos de sobra que no pueden ser limpias cuando todos los medios están de un sólo lado.
¿Y tiene los santos cojones de decir que el resto de la izquierda ensalza sus derrotas? "A los anarquistas y socialistas los machacamos porque son unos mierdas pero a nosotros fue porque éramos la rehostia y el malvado Stalin nos tenía manía". No se si es peor el cinismo que gasta o la apología de la salvajada que hicieron los de "su bando" en la guerra.
Hay una parte de la izquierda que jamás querrá hacer nada con el 50% de la población restante "de derechas". Entiendo que con 'nancys' y demás escoria no se pueda ir de la mano... Pero con un 'liberal' moderado por qué no? Su movimiento no llegará a tener nunca ni el 5% de los votos en España pero sin embargo pueden estar de acuerdo con la izquierda en la trasparencia politica y sobre todo económica (hablo de un liberal No tipo Espe, Diaz Ferran etc que son antiliberales), por otro lado comparten los mismos ideales en cuanto a respeto a los homosexuales, minorias etc. Es un ejemplo un izquierdista purode los que reparten carnes por twitter a este liberal lo consideraria enemigo.
Por cierto el término 'perdedores', loset es ultracapitalista. Todas las empresas de comerciales lo utilizan y en la bolsa esta a la orden del dia. Curioso
Noticia Irrelevante
#9 #22 Es que ninguna revolución ni ningún cambio social ha sumado nunca a toda la población. Es contradictorio!
Había un artículo científico (no recuerdo el nombre) que habla del "punto de ruptura" de una población en una revolución. Es decir, que no hace falta sumar a una mayoría de la sociedad para hacer una cambio social, sino a un pequeño porcentaje que esté bien organizado y dispuesto a llevarlo a cabo (no a twittearlo), no sé si era en torno al 15-20%.
#39 precisamente esos argumentos vienen de la retorcida sustitución del concepto de clase, por el de ciudadanía. Ciudadanía concepto tan amplio que engloba a Botín, a Martin-Villa, a urdangarín, a Rajoy, a Blesa... ¿o caso no son ciudadanos ellos?
Es el concepto de clase, el que marca las diferencias entre derecha e izquierda, el que señala directamente al enemigo 8de clase), y por eso la postmodernidad lo aparca, con argumentos tan estúpidos como que es antiguo. Lo cojonudo es que se abrazan al liberalismo de Adam Smith, más antiguo que Marx.
#40 Ciudadanía: ahora resulta que tenemos que ir de la mano de un banquero, de un empresario, de un racista y de un burócrata para llegar a la justicia social. Porque claro, juntos sumamos. La ciudadanía es una variante "light" del discurso corporatista fascista, en el que todos están obligados a remar en pos de la impoluta gloria de la nación ...
Además, el término "ciudadano" incluye a todos aquellos que tienen derechos "cívicos" pero esencialmente excluye a los inmigrantes que no tienen la "ciudadanía".
#39 Para que funcione de manera efectiva lo que yo expongo no hace falta que se sume toda la población. Simplemente se sumarían los que tuvieran interés en hacerlo en cada momento.
#11 No sé cómo sería la conversación, pero puede ser que identificaran la propuesta de los "gestores" profesionales con la tecnocracia, que es otra cosa, pero peligrosamente lejana de una democracia real.
Lo digo porque es fácil confundirse, sobre todo en 140 caracteres.
"Pensábais como perdedores ya durante aquella guerra y por eso hubo que eliminar a anarquistas y socialdemócratas, igual que hubo que combatirlos, con tanta y más saña que a los burgueses tras la revolución de Octubre. [...]
Olvidaos de una vez de la República. la República perdió porque no supo enfrentarse a los que sí sabían vencer y sí deseaban la victoria. ¿Qué es lo que deseáis? ¿Ser inmaculados o sacar adelante una verdadera revolución?"
¿Esto hay que tomarlo literalmente? ¿Realmente está incitando a la revolución y la posterior purga de los no simpatizantes?
#33 No lo creo. Hasta donde yo se cualquier ideología se basa en seguir un patrón del que no se puede discernir en ningún punto pero que una vez se convierte en programa electoral se puede incumplir íntegramente sin ninguna consecuencia negativa para los cargos electos.
A lo que me refería es a aprovechar los recursos tecnológicos actuales para que la población gestione directamente las decisiones más importantes, lo que convertiría a los gobernantes en administradores de las decisiones de los ciudadanos, por lo que la ideología de los gobernantes sería irrelevante y obviamente no harían falta sus promesas.
Salvando las distancias, algo parecido a un administrador de comunidades, que se limita a realizar las labores más técnicas y rutinarias pero se ve supeditado a lo que decidan los propietarios en el momento que se han de tomar decisiones.
Al capitalismo se le vence con sus propias armas, descapitalizando a los bancos el sistema se para y se muere. Retirando los fondos de los banco, los depositos,el sistema se hunde. A esto sumanos el pánico de ese proceso de retirada de dinero en masa y todo se irá al carajo en cuestión de semanas. Sin luchar, sin sangre, sin violencia.
No hace falta que retiremos todo el dinero simplemente porque todo no está, sólo esta una pequeña parte, el llamado coeficiente de reserva bancaria el 8% de nuestro dinero, tal vez sólo baste con que digamos que lo queremos retirar para que todo se hunda.
Lo más sensato e inteligente que he escuchado a una persona de esa ideología, si bien es cierto que el comienzo del post da un poco de vergüenza ajena (soy "revolucionario"...)
La meneo.
Pues si, tiene razon. Lo que pasa es que miramos mucho atrás porque no sabemos donde está el adelante.
#1 #5 Vivimos en un momento en los que los valores que prevalecen únicamente hacen énfasis en los nuevo, en lo moderno, lo fugaz, lo líquido; desterrando todo lo pasado al olvido, tachándolo como desfasado, inútil, casposo.
El concepto de plusvalía de Marx está tan vigente ahora como lo estaba entonces.
#20 Mira lo q es una red social, un pensamiento q dura lo q tarda en recorrer tu muro de facebook o la gloria efímera de una portada en Menéame, eso es ub fiel reflejo de nuestra sociedad
#5 A mí sí. Gran parte de sistema está completamente obsoleto. Economía basada en recursos, para el que quiera revolucionarse mentalmente y socialmente.
#5 Contrapones al capitalismo el comunismo? Lee mi comentario otra vez
#1 Básicamente luchar para que los gobiernos se limiten, siguiendo las instrucciones directas del pueblo, a ser gestores eficaces y justos del bien común, sin tener más derechos que los de cualquier otro ciudadano y castigando con dureza cualquier atisbo de corrupción, sobretodo de quién aprovecha la confianza depositada en él como representante del pueblo.
#6 #7 ese discurso lo tuve yo con Teleoperador y Paco Arnau de IU y dijeron que ese discurso es Fascista. Que no es de izquierdas sino liberal. Que los gestores deben ser del partido sean expertos o no en un tema tienen que seguir las ordenes del partido que para eso la gente les ha votado
Esta izquierda tenemos en españa casi a la altura de la derecha (superar al Pp es imposible)
#7 #11 Es que yo respondía a un comentario que proponía reinventarse, algo a lo que estoy totalmente de acuerdo. Si nos olvidamos de izquierdas y derechas, de los programas y promesas electorales cabe la posibilidad de que TODOS NOSOTROS podamos orientar las políticas más convenientes dictando a los GESTORES lo que deben hacer. Se trata de, aprovechando las tecnologías actuales, eliminar la vieja idea de que gobierno es igual a poder, a privilegios, a programas que pueden incumplir en su totalidad, etc, y que un gobierno sea un grupo de administrativos que se limiten a seguir las directrices que les marquen los ciudadanos. Hasta hace cuatro días eso era impensable, pero en la actualidad disponemos de tecnología segura más que probada (por ejemplo el dinero electrónico) para hacer que funciones de una manera mas justa, rápida, eficaz y democrática.
#6 Eso es comunismo?
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