Primero fueron los chats, después Messenger y ahora el universo de las redes sociales amenaza el "derecho-deber a la intimidad" y la vida social de nuestros jóvenes. ¿Crearemos una sociedad de avatares donde olvidemos la sensación real de una caricia o el dolor de un mal gesto? Puede que las películas estén presagiando un futuro no muy lejano.
Nunca he defendido las redes sociales, pero este artículo es, con todos los respetos, una estupidez indigna de llevar la palabra "periodista" en la URL. Sensacionalismo barato desapegado de la realidad, la investigación y la objetividad.
La gente en general sigue teniendo sus amistades personales como siempre se han tenido, y como tarde o temprano todo ser humano mental y emocionalmente sano tiene, o al menos, desea tener. Lo único que ha cambiado es contar con un medio más para comunicarse con ése grupo, ampliarlo, formar otros, y además ampliar la red de conocidos.
Ya llevamos demasiadas "revoluciones tecnológicas en el campo de las telecomunicaciones" para entrar al trapo con éste tipo de discurso.
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Nunca he defendido las redes sociales, pero este artículo es, con todos los respetos, una estupidez indigna de llevar la palabra "periodista" en la URL. Sensacionalismo barato desapegado de la realidad, la investigación y la objetividad.
La gente en general sigue teniendo sus amistades personales como siempre se han tenido, y como tarde o temprano todo ser humano mental y emocionalmente sano tiene, o al menos, desea tener. Lo único que ha cambiado es contar con un medio más para comunicarse con ése grupo, ampliarlo, formar otros, y además ampliar la red de conocidos.
Ya llevamos demasiadas "revoluciones tecnológicas en el campo de las telecomunicaciones" para entrar al trapo con éste tipo de discurso.
Basta, os lo ruego.