Un granjero inglés, harto de ver jugar a sus hijos con la sufrida gorrina, ha inventado el minicerdo: un cerdito de bolsillo, "apenas más grande que una taza de té". Aunque los venden a 300 dólares la pareja... ¿podría ser una idea muy ibérica para tener el jamón siempre a mano?
si esto ayudara a que la gente viera a los cerditos como seres vivos con consciencia y personalidad propia y no tan solo como comida.
A los cerditos tambien les gustan las caricias y los juegos...
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si esto ayudara a que la gente viera a los cerditos como seres vivos con consciencia y personalidad propia y no tan solo como comida.
A los cerditos tambien les gustan las caricias y los juegos...