Hace 14 años | Por botwalk a jornada.unam.mx
Publicado hace 14 años por botwalk a jornada.unam.mx

A los 68 años y cinco meses de edad, el sábado 24 de enero de 1998, al cabo de una vida de trabajo, tormentas, naufragios y espectaculares victorias éticas y estéticas, murió de repente en su cama, leyendo un libro, Jaime Avilés Ortiz. ¿Terrorismo fiscal de ultratumba? Quién sabe, pero lo cierto es que ahora en México los muertos no sólo votan en las elecciones por los candidatos de la oligarquía, sino que además tienen obligaciones con Hacienda y las pensiones que llegaron a sus viudas sufrirán un recorte impositivo de 30 por ciento.

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mando

Voto por el contenido, pero si pudiera, daría un negativo por el evidente sensacionalismo con el que está impregnado el título.