Hace unos meses, España estrenó su primer laboratorio submarino. A tres millas de la costa catalana y a 20 metros de profundidad, el Observatorio Submarino Extensible (OBSEA) registrará una gran variedad de datos sobre el ecosistema marino. En un futuro, se prevé trasladar el OBSEA a una mayor profundidad (puede operar hasta 300 metros bajo el agua) para realizar investigaciones más complejas: desde la detección de terremotos y tsunamis a la variación del nivel del mar o el monitoreo de fallas sísmicas.
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Para inventigar el obsea·no...