OSLO (Reuters) - Mientras el centro de Oslo se tambaleaba por la peor masacre en la historia moderna de Noruega, un hombre rubio entre la multitud le pidió a Iman al-Kofi, que nació en Irak y llevaba un pañuelo en la cabeza, que le diera un abrazo. Kofi, que tenía un amigo en cuidados intensivos con tres heridas de bala y había sabido de al menos otro amigo de origen iraquí asesinado en la masacre del viernes a manos de un extremista anti islámico, accedió, y el hombre volvió a mezclarse en la multitud sin decir más.
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"Se podría haberlo visto venir. Algunas personas dirán que era sólo una cuestión de tiempo, pero a mí me impresionó el grado en el que ocurrió", dijo un miembro musulmán de la policía noruega que prefirió no ser identificado.
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"Pensamos, 'Gracias a Dios que no fue un musulmán'", dijo el inmigrante argelino Mahmud Tariq, de 23 años, que estaba en una mezquita de Oslo cuando la bomba colocada por Breivik hizo estallar las ventanas.
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"Si hubiera sido un musulmán, habrían culpado a todos los extranjeros y nos habrían odiado a todos"
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Y bien que lo intentaron, que fuese un musulmán, la pregunta es ¿quién enarboló esa falsa bandera? Dicen que un tal Abú suleimán, que luego se retractó de lo dicho, todo ello en un foro de internet. Grupo 'yihadista': Es el "principio" de la respuesta a las caricaturas de Mahoma
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