Hace 14 años | Por Fisilosofo a perspicalia.com
Publicado hace 14 años por Fisilosofo a perspicalia.com

Paseaba distraído por la famosa calle Grafton. En eso que me di de bruces con un coro gospel al completo: unas diez o doce señoras negras con sus túnicas blancas entonaban el Amazing grace al ritmo que marcaban un batería, un bajista y un guitarra. No había una sola nube en el cielo, algo bastante inusual en Dublín.[...]Me estaba secando una lágrima bajo mis gafas de sol cuando se me acercó un tipo, me echó un brazo por los hombros y me preguntó: “¿Quieres que rece contigo?” “No gracias, soy ateo”, respondí. El hombre se quedó un poco extrañado