Hace 11 años | Por --349741-- a muyinteresante.es
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Cuando se intentan llevar a la práctica, las utopías, los proyectos de sociedades ideales, suelen acabar mal. Un ejemplo fue el de la ciudad alemana de Münster, donde en 1534 tomó el poder una secta anabaptista cuyo objetivo era crear la Nueva Jerusalén, en la que se viviría conforme a las enseñanzas de la Biblia. Pronto, no obstante, la exaltación religiosa se apoderó de los nuevos gobernantes y los habitantes quedaron a la merced del fanatismo más desenfrenado