San Mamés se levantó para ovacionar a Muniain después de su extraordinaria actuación frente al Sporting, uno de esos partidos que marca la divisoria en la carrera de un jugador. Con 18 años recién cumplidos, Muniain se adueñó del encuentro con el descaro y los recursos de los futbolistas especiales. Su acción en el primer gol acreditó su facilidad para conducir, la habilidad en los pequeños espacios y el ojo para tomar la decisión correcta en un lugar donde a la gente se le altera el pulso. En ese sentido, es un chaval que funciona como un vete
Comentarios
perdón, no sabía que hubiera que respetar la entradilla de la noticia, ya lo he cambiado.
Lo de la entradilla te lo has inventao, ¿no? Eso está mal, muy mal, escribe 100 veces "no volveré a inventarme la entradilla".