Se la conoce como Ley de la Muerte Digna, pero se llama en realidad Ley de la Dignidad de las Personas ante el Proceso de la Muerte, un nombre retórico pero sin duda mucho más iluminador. La familia de Ramona Estévez, su hijo y su sobrina, han sido cabales al entender los derechos que esta norma reconoce a los pacientes, pero también han sido muy valientes al defender ese derecho; y, habiendo sumado una amargura innecesaria al dolor que ya sienten, no está de más agradecérselo en voz alta.
Comentarios
Cuando llaman Ley de la Muerte Digna, o Ley de la Dignidad de las Personas ante el Proceso de la Muerte, a eso de poder decir(o dejar dicho) que te dejen morir, para mí no se dignifica nada.
Digno sería facilitar esa muerte, hacerla completamente liviana, y no simplemente quitar unos tubos y que la inanición haga el resto... eso no es digno. Sin duda es menos terrorífico que alargar la vida con tratamientos que no servirán para nada más que alargar el sufrimiento y decir que se protege la vida... Pues vaya vida... yo no la quiero, a mí en ese caso que "me maten", tienen mi permiso y mi agradecimiento si evitan con eso mi sufrimiento y el de mi familia, si llega el caso.