Es lógico que la reciprocidad actúe como factor que motiva compartir comida. Al fin y al cabo, en muchas ocasiones quienes tienen comida pueden darla a otros sin por ello experimentar una restricción nutricional significativa, y sin embargo, el beneficio que puede causar al que la recibe puede ser importantísimo. Además, es relativamente habitual que los roles se inviertan y que quien hoy da, mañana sea el que necesita recibir. Compartiendo comida se suavizan los efectos de la variabilidad en la disponibilidad de alimento.
Comentarios
Creo que estos estudios con primates son totalmente extrapolables a humanos sin nómina fija.