Publicado hace 12 años por --309265-- a lagacetadellector.blogspot.com

Muchos son los afectados. Aunque la evidencia de los síntomas sea a veces aplastante, poco o nada pueden hacer los docentes frente a la impasibilidad del infectado; los portadores, por su parte, aguardan pacientes, frotando las manos, contemplando cómo su semilla crece y se desarrolla en otros, en lo que será para ambos un viaje sin retorno hacia la perdición. Hablamos de un mal mayor, hablamos de la indolencia escolar.

Comentarios

danic

#0 @michaelgotcha
@la-gaceta-del-lector

... cuanto menos sospechoso