La llamaron la ‘revolución de los camellos’, porque fue a lomos de estos jorobados animales que aquella población africana –llamada Awalé- asediaron el palacio del Rey, que –tan cobarde como déspota- huyó al verles llegar. ¿Quién nos representará con sabiduría y buenos intereses? ¿Quienes deberían formar parte de una asamblea que orientase los asuntos colectivos?– se preguntaron. Alguien propuso organizar combates para seleccionar a los más fuertes; unas mujeres defendieron que se debía optar por las personas de mayor edad,ricas en experienca
Comentarios
Me caen bien estos hippies de los anarkistas. Una pena que siempre se aprovechen de ellos.