Es curioso que la única diferencia entre la comedia y la tragedia sea un simple cristal (bueno, quizá no tan simple, al menos uno reforzado). Un bebé que recién comienza a dar sus primeros pasos como para hacer amigos en el reino animal. Sin embargo en vez de un gatito o un perrito, él prefiere jugar con Angie, una leona de 180 kilos del zoológico de Cheyenne Mountain en EEUU, que lo ve como la cena. Vaya temple el de los padres.
Comentarios
Año 2041.
- Cariño, estás empapado en sudor! ¿Otra vez la misma pesadilla?
Jajaja, no sé por qué pero me ha encantado y a la vez me ha dado pena la leona.
Le chorrea la saliva a la leona
Si pensaron que el hombre que quería enfrentar a un león en Egipto tenía agallas, tienen que ver al bebé de este video.