"La primera tortura a la que fui sometido la llamaban “el cuadrado” y consistía en permanecer inmóvil dentro de un rectángulo hasta perder el sentido. Pasábamos allí hasta días enteros. Muchos de mis compañeros se suicidaron. Otro de los martirios consistía en llevarnos a un pequeño calabozo; a mí me desnudaron, me ataron las manos y me obligaron a permanecer de pie durante dos semanas. Me hacía mis necesidades encima y con los pies aplastaba mis propios excrementos”. --- Excepcional post del blog de Almudena Ariza en Rtve.es
Comentarios
Lo más interesante es que aún en esas condiciones se puede ser un espíritu libre como Mandela. En nuestra vida cotidiana a veces cedemos pequeñas libertades por miedo, y el ejemplo de Nelson Mandela nos anima a ser valientes y defender nuestra libertad por encima de todo.