Con todos los respetos (o no) hacia la fallera que escribe la entrada, las fallas eran en sus inicios una fiesta de barrio que pronto desarrolló un componente de fuerte crítica social, y con el tiempo se han transformado en la tramoya por la tramoya. Vamos, que la ofrenda de flores, por poner un ejemplo de un acto relevante, tiene tanto que ver con el espíritu original de las fallas como mis cojones peludos con el minimalismo zen.
Las Fallas deben volver al pueblo que las creó y escapar de las manos de los ricachones que se han apoderado de ellas. Con tanta ofrenda a la Virgen de los Desamparados ¿quién se acuerda de que éstas son las fiestas de San José, patrón de los carpinteros?
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Con todos los respetos (o no) hacia la fallera que escribe la entrada, las fallas eran en sus inicios una fiesta de barrio que pronto desarrolló un componente de fuerte crítica social, y con el tiempo se han transformado en la tramoya por la tramoya. Vamos, que la ofrenda de flores, por poner un ejemplo de un acto relevante, tiene tanto que ver con el espíritu original de las fallas como mis cojones peludos con el minimalismo zen.
Las Fallas deben volver al pueblo que las creó y escapar de las manos de los ricachones que se han apoderado de ellas. Con tanta ofrenda a la Virgen de los Desamparados ¿quién se acuerda de que éstas son las fiestas de San José, patrón de los carpinteros?