Hace 11 años | Por Olympos a compostimes.com
Publicado hace 11 años por Olympos a compostimes.com

Después de un año, todos tenemos claro que los recortes son el auténtico sancta sanctorum de este gobierno. La austeridad y el control del gasto parecen el camino a seguir para salir del pozo de la crisis, o por lo menos eso es lo que nos venden todos los días. Aunque la derecha siempre se ha basado en el gasto y en el consumo.

Comentarios

Cotard

V de Vendetta. Dialogo con la Señora Justicia.

V:
Hola, querida dama. Hermosa noche, ¿No cree? Perdone mi intrusión. Tal
vez le apetecía dar un paseo. Tal vez solo disfrutaba del paisaje. No
importa. Creo que usted y yo deberíamos tener una pequeña charla.
Ahh…olvidaba que no hemos sido debidamente presentados. Yo no tengo
nombre. Me puede llamar V.
Señora Justicia…le presento a V. V…le presento a la señora Justicia. Encantado, señora Justicia.

Sra. Justicia: “Buenas noches, V.”

V:
Bien. Ahora ya nos conocemos. De echo he sido fan suyo durante mucho
tiempo. Oh, ya se lo que piensa…”Pobre chico. Se a enamorado de mi…como
un adolescente.” Disculpe, señora. No es nada de eso. La he admirado
durante mucho tiempo… aunque solo a distancia. La observaba desde las
calles de allí abajo cuando era un niño. Yo le decía a mi padre:
“¿Quién es esa señora?”. Y el contestaba: “Es la señora Justicia”. Y
entonces yo decía: “¡Qué bonita es!”. Por favor, no piense que era sólo
algo físico. Sé que no es esa clase de chica. No, yo la quería como
persona, como un ideal. De eso hace ya mucho tiempo. Me temo que ahora
hay otra…

Sra. Justicia: “¿Qué? ¡V! ¡Qué vergüenza! ¡Me has
traicionado por una pícara vanidosa y llorona de labios pintados y
sonrisa viciosa!”

V: ¿Yo, señora? ¡Permíteme que discrepe! ¡Fue
su infidelidad la que me lanzó a sus brazos! ¡Ja, Ja! ¿Eso la ha
sorprendido, no? Pensaba que no conocía su pequeño escareo, pero no.
¡Lo sé todo! La verdad, no me sorprendió en absoluto saber que le
gustaban los hombres de uniforme.

Sra. Justicia: “¿Uniforme? ¿Por que? No sé de qué estás hablando. V, tú siempre has sido el único para mi…”

V:
¡Mentirosa! ¡Zorra! ¡Puta! ¡Niega ahora que te liaste con él, con el
del brazalete y las botas militares! ¿Y bien? ¿No dices nada? Muy bien.
Al final te has desenmascarado. Ya no eres MI Justicia. Ahora eres SU
Justicia. Te has acostado con otro. Bien, es un juego para dos.

Sra. Justicia: “¡Me ahogo! ¡Sob! ¿Qu-quién es ella, V? ¿Cómo se llama?”

V:
Se llama Anarquía. ¡Y me ha enseñado que es mejor amante de lo que tú
jamás fuiste! Me ha enseñado que la Justicia carece de sentido sin
Libertad. Es honesta. No rompe promesas como tú, Jezabel. Solía
preguntarme porqué nunca me mirabas a los ojos. Ahora ya lo sé. Así que
adiós, querida dama. Incluso ahora me entristecería nuestra separación,
si no fuera porque ya no eres la mujer que una vez amé. Toma un regalo
de despedida. Lo dejo a tus pies.

(La estatua que reinaba en lo alto del Old Bailey salta por los aires entre cenizas y fragmentos de piedras)

V: "Las llamas de la libertad. Oh, mi preciada anarquía... oh belleza, no te había conocido hasta ahora"

c

Solo cabe una respuesta a esa pregunta:
NO.