Hace 15 años | Por phys137 a croopier.com
Publicado hace 15 años por phys137 a croopier.com

Los espías, las escuchas, las filtraciones, los descuidos y los chantajes forman un tapete de movimientos en el que el juego es siempre posible, allá en los sótanos de nuestros contratos con lo público, lo comunitario o lo familiar. La ubicua doble moral es cómoda y práctica, y permite fácilmente transportarnos a la ilusión de la estabilidad. Pero sólo es generadora de hábitos y ficciones que se perpetúan hasta la extenuación. Un juego con naipes de doble cara intenta exponer esta situación.