Hace 18 años | Por maty a jpq.es
Publicado hace 18 años por maty a jpq.es

Juan Pedro Quiñonero recupera una entrevista al pensador francés André Glucksmann: "En Europa hubo tres etapas en la emergencia del nihilismo. De entrada, la guerra entre las naciones, la guerra de 1914. La segunda etapa es la guerra civil en el interior de nuestras sociedades. Es la revolución nacional socialista y la revolución bolchevique. Con el Terror que comporta cada uno de esos procesos. La tercera etapa es el estallido de la locura interior. Cuando no se cree en nada. Cuando se piensa que todo está permitido."

Comentarios

maty

Otro fragmento:

"La tercera etapa es el estallido de la locura interior. Cuando no se cree en nada. Cuando se piensa que todo está permitido. Cuando se piensa que el Mal no existe. Esas tres etapas del desarreglo y la locura de los individuos y las sociedades están ya descritas por Tucídides. La Guerra del Peloponeso comienza siendo una guerra entre ciudades, que se transforma en guerra civil, en el interior de cada ciudad, y, en el momento de la peste de Atenas, los hombres están tan desesperados que se cometen las peores atrocidades.

----A pesar de todo, de los sofistas griegos a Robespierre, de Saint-Just a Lenin, de la matanza de Munich en 1974 al magnicidio de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001, hay una suerte de desertización espiritual creciente, siempre más profunda, una carrera hacia un abismo siempre más hondo.

----El nihilismo es el punto que tienen en común diferentes creencias. El nihilista se dice: «Hoy, todo está permitido». En Munich, mata a los atletas judios. Un año antes, los japoneses del Ejército Rojo Revolucionario descargaron sus ametralladoras sobre los pasajeros que transitaban por un aeropuerto de Israel. Hay una suerte de contagio general. Los hay que creen en su Dios. Los hay que no son creyentes. Los hay comunistas. Los hay imperialistas. Los hay nacionalistas.

----A su modo de ver, ¿que diferencias hay entre un terrorista islamista, un terrorista étnico-nacionalista, un terrorista marxista, o un terrorista de otra especie?.

----Hay diferencias. Pero los une el nihilismo. Uno dice: «mañana habrá una sociedad libre donde el hombre no será explotado por el hombre». El otro dice: «mañana habrá una sociedad basada en la ley religiosa». Otro agrega: «mañana haremos una sociedad basada en la superioridad de nuestro pueblo». Pero también dicen algo en común: «hoy, debemos destruir, matar, arrasar, sembrar el terror, para imponer nuestros criterios».

----Me pregunto si usted no subestima el terrorismo ejercido desde el Estado o el poder ideológico, presente o por venir, cuyo antecedente inmediato me parece datar de 1793, en Paris, cuando el Terror se convierte en una recurso del poder político contra la sociedad civil.

----El Terror de Estado comienza mucho antes. Comienza allí donde existe un Estado o una fuerza constituida. Esa angustia contra el Estado existe en los indios del Amazonas, existe en Grecia, existe en la gran literatura bíblica, donde el poder del Faraón, el poder del Estado, es el más temible de los poderes.

----Pero son Robespierre y Saint-Just quienes fraguan una teoría moderna de la filantropía impuesta a través del terror de masas.

----Sin duda. Pero, en ese sentido, Robespierre se limitaba a copiar a sus predecesores. Los faraones también deseaban hacer el bien.

----Quizá. Pero el Terror parisino de 1793 desembocará en el Terror leninista y stalinista, en Moscú, en el siglo XX.

----Espere, espere. Moscú, de acuerdo. Pero el Terror revolucionario francés, comparado con el terror nazi y comunista, fue algo mucho más modesto, limitado en el tiempo, a la que los mismos revolucionarios pusieron fin, voluntariamente. En Paris, hubo un 9 de Thermidor. En Moscú hubo que esperar setenta años. Se trata de una gran diferencia. Aunque está claro que el recurso del terror es lo que define a un Estado terrorista. El gran error que se está cometiendo, hoy, es pensar que el terrorismo nihilista está limitado a algunas organizaciones tipo Bin Laden, y, quizá, algunos Estados terroristas, como Irak, Libia, o Corea del Norte.