Hace 14 años | Por xiroco77 a cuartopoder.es
Publicado hace 14 años por xiroco77 a cuartopoder.es

Seamos serios, nadie puede montar un negocio con obras sin el permiso de sus autores, y los organizadores de convenciones y bodas son negocios y no se les ocurre servir bebidas sin haberlas comprado antes. ¿Por qué entonces pueden ofrecer y cobrar por un servcio de música creada por otros autores sin el correspondiente derecho de difusión pública? ¿La bedida sí, la música no?

Comentarios

erlik

Hay que joderse, parece mentira que haya que explicarlo otra vez: cada botella de bebida ha de producirse, almacenarse y transportarse independientemente y solo puede ser consumida una vez.

Una canción se compone una sola vez pero se puede reproducir infinitas veces sin un costo adicional asociado. Se paga a quienes la interpretan, pero no tiene sentido pagar eternamente a quien la compuso, insisto, una única vez.

Pagar al autor por reproducir una canción es comparable a pagar al arquitecto por hacer uso de un edificio.

isilanes

"Lo que no vale es que tú hagas negocio con mi música y encima me digas que estoy anticuado. Perdona guapo, eso es un robo. Porque de esto va la cosa. No va de intercambio entre particulares como nos quieren hacer creer."

¿Este hombre en qué universo paralelo vive? ¡Pues claro que va de intercambio entre particulares!

Si fuera cierto lo que este hombre dice, habría una gente X haciendo negocio "revendiendo" canciones que han "robado". Pero esto no me cuadra: si X consiguió la canción gratis (la "robó"), ¿cómo puede hacer negocio vendiéndola, si el potencial comprador puede igualmente "robarla"? No tiene sentido, al menos en el escenario de "queremos gratis total" que la SGAE dice que nos domina.