Demostrada la relación entre la exposición continuada a campos electromagnéticos y diversas enfermedades (leucemia, otros tipos de cáncer, problemas del sistema inmunológico, depresión, etc.).Los vecinos no quieren la subestación..
Idem. De momento, que yo sepa, no hay argumentos decisivos hacia ningún bando...
Otra cosa es que no quieran tener el paquetorro de subestación cerca de su casa, que es totalmente comprensible.
A según que niveles de campo y frecuencias si esta demostrada sus efectos sobre los organismos vivos...
Si la subestación sobrepasa determinados niveles, por algun problema específico... resonancias, generación de frecuencias parásitas por intermodulaciones, fugas... es posible (pero esto podria subsanarse).
Por eso es posible utilizar las radiaciones en muchas utilidades como radioterapia (y matar determinado tipo de celulas...) por ejemplo.
Pero son, repito, a determinadas frecuencias y niveles de campo, mucho más altas que las habituales en este tipo de instalaciones.
"Efectos biológicos de los campos electromagnéticos": http://www.gea-es.org/electromagnetismo/efectos_bio_electrom.html. Más info en http://www.gea-es.org/sitio_electromag_cont.html#informes y en google. En mi opinión, aún habiendo dudas, o precisamente por haberlas, debería aplicarse el principio de precaución, es decir: si puede ponerse lejos, mejor. Ya sabemos que el progreso tiene su precio, pero normalmente no es tan difícil intentar llevar a cabo ese principio de precaución. El problema es que normalmente ese principio de precaución se ignora y desprecia a costa del arrollador "principio de rentabilidad económica"...
Lo que seguro que si que quieren son teles de 40 pulgadas, lámparas halógenas en toda la casa, vitrocerámica, aire acondicionado a todo trapo en verano...
A #6: Claro, y querrán también comer pollo, y comprar coches, y tener agua corriente en sus casas... ¡menudo morro! Habría que ponerles al lado de casa la granja de gallinas, y la ruidosa fábrica de coches, y la hedionda depuradora de agua... Tampoco hagamos demagogia, hombre.
Comentarios
¿demostrada? ¿seguro?
Idem. De momento, que yo sepa, no hay argumentos decisivos hacia ningún bando...
Otra cosa es que no quieran tener el paquetorro de subestación cerca de su casa, que es totalmente comprensible.
A según que niveles de campo y frecuencias si esta demostrada sus efectos sobre los organismos vivos...
Si la subestación sobrepasa determinados niveles, por algun problema específico... resonancias, generación de frecuencias parásitas por intermodulaciones, fugas... es posible (pero esto podria subsanarse).
Por eso es posible utilizar las radiaciones en muchas utilidades como radioterapia (y matar determinado tipo de celulas...) por ejemplo.
Pero son, repito, a determinadas frecuencias y niveles de campo, mucho más altas que las habituales en este tipo de instalaciones.
De hecho el MIT acaba de revelar como la radiación daña el cuerpo:
http://web.mit.edu/newsoffice/2006/radiation.html
En el estudio diferencia los efectos a largo plazo y de los de corto plazo..
"Efectos biológicos de los campos electromagnéticos": http://www.gea-es.org/electromagnetismo/efectos_bio_electrom.html. Más info en http://www.gea-es.org/sitio_electromag_cont.html#informes y en google. En mi opinión, aún habiendo dudas, o precisamente por haberlas, debería aplicarse el principio de precaución, es decir: si puede ponerse lejos, mejor. Ya sabemos que el progreso tiene su precio, pero normalmente no es tan difícil intentar llevar a cabo ese principio de precaución. El problema es que normalmente ese principio de precaución se ignora y desprecia a costa del arrollador "principio de rentabilidad económica"...
Lo que seguro que si que quieren son teles de 40 pulgadas, lámparas halógenas en toda la casa, vitrocerámica, aire acondicionado a todo trapo en verano...
A #6: Claro, y querrán también comer pollo, y comprar coches, y tener agua corriente en sus casas... ¡menudo morro! Habría que ponerles al lado de casa la granja de gallinas, y la ruidosa fábrica de coches, y la hedionda depuradora de agua... Tampoco hagamos demagogia, hombre.