Ni siquiera se conocían. El homicida y la víctima del metro de Navas se cruzaron en uno de los vestíbulos de la estación minutos antes de que el primero arrojara al segundo a las vías. Ni se miraron. Ayer, los Mossos identificaron al fallecido, un vendedor de cupones de 52 años, sordo y vecino del barrio de Navas, que venía de comer en su casa.
Comentarios
Algunos periodistas deberían volver a la facultad...
"... y todos ratificaron la espeluznante y fría agresión. Solo el detenido sabe por qué empujó a la víctima."
Amarillismo a cascoporro. Mucho aprendiz de Agatha Christie, vaya