Hace 12 años | Por NeoJordan a elblogsalmon.com
Publicado hace 12 años por NeoJordan a elblogsalmon.com

Hubo un hombre que quiso comprar el mundo, se llamaba Jonathan Holden, era abogado en Nueva York y le iba bastante bien en la vida, aunque también era un tanto tacaño. Aparentemente decidió que algún día sería el dueño del mundo y para ello utilizaría su fortuna, su universidad, el interés compuesto y a sus descendientes, que serían los que de verdad controlarían el cotarro, puesto que el no llegaría a verlo, porque el plazo que se dio era de mucho tiempo, en concreto mil años.

Comentarios

p

Parafraseando, se ha quedado con el interés compuesto y sin novia.