Uno de los misterios más profundos de nuestra civilización por fin ha sido resuelto. ¿Por qué las hamburguesas de los anuncios aparecen tan bien hechas y apetecibles y las que nosotros pedimos en el Burrikin o el en el MarDonalds son solo una burda imitación cubista de ellas? La respuesta en este explicativo video, que aunque en inglés, se entiende perfectamente. Tres minutos realmente reveladores.
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No es necesario ni un vídeo: si las hamburguesas de la publicidad fueran como las reales no iría ni Dios.