Como ya parece seguro que no nos libraremos de la reforma laboral, que con acuerdo o sin acuerdo de la próxima semana no pasa, me he entretenido mirando la hemeroteca para ver cómo hemos llegado hasta aquí, cómo han conseguido, si no convencernos, sí al menos que veamos esa reforma como inevitable a estas alturas.
El problema es que se tiene una visión soviética del trabajador como el funcionario chupatintas, el obrero de una fábrica de montaje o el que tiene una tienda de mariscos. Cualquier otra cosa que no entra en los convenios centralizados controlados por unos grupos de poder lo convierten en algo ilegal.
Cada empresa es un mundo, cada persona tiene sus propios intereses y sus prioridades, porque no todo es dinero y días de vacaciones. Pero todo se uniformiza y se estataliza para servir los intereses de unos pocos. Tanto los sindicatos como los empresarios también.
Los sindicatos son unos parásitos que no tienen ni idea de cómo funcionan las sociedades modernas. Y los grandes empresarios no les gusta que nadie actúe por cuenta propia, para no perder el control del mercado laboral. Cuanto más paro, más mano de obra barata. Y poner todas las dificultades para que la gente con iniciativa cree nuevas empresas, no sea que un día les hagan la competencia.
La reforma laboral es un fraude histórico propio de magufos, es el power balance de la economía, pero a diferencia de la pulserita que no hace nada, esto es perjudicial para todos, y en caso de salir de salir de la crisis por estas vías, no tendremos la prueba de que tenían razón, lo que tendremos son pruebas irrefutables de que todo ha sido una manipulación y a los culpables listos para ser enjuiciados. Espero que les embarguen hasta los calzoncillos que lleven puestos y se pudran en una celda húmeda, oscura y mohosa hasta el último de sus días, porque esta gente es un peligro para toda la sociedad y hay que mantenerlos alejados de todos y totalmente incomunicados, por el bien de todos.
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El problema es que se tiene una visión soviética del trabajador como el funcionario chupatintas, el obrero de una fábrica de montaje o el que tiene una tienda de mariscos. Cualquier otra cosa que no entra en los convenios centralizados controlados por unos grupos de poder lo convierten en algo ilegal.
Cada empresa es un mundo, cada persona tiene sus propios intereses y sus prioridades, porque no todo es dinero y días de vacaciones. Pero todo se uniformiza y se estataliza para servir los intereses de unos pocos. Tanto los sindicatos como los empresarios también.
Los sindicatos son unos parásitos que no tienen ni idea de cómo funcionan las sociedades modernas. Y los grandes empresarios no les gusta que nadie actúe por cuenta propia, para no perder el control del mercado laboral. Cuanto más paro, más mano de obra barata. Y poner todas las dificultades para que la gente con iniciativa cree nuevas empresas, no sea que un día les hagan la competencia.
La reforma laboral es un fraude histórico propio de magufos, es el power balance de la economía, pero a diferencia de la pulserita que no hace nada, esto es perjudicial para todos, y en caso de salir de salir de la crisis por estas vías, no tendremos la prueba de que tenían razón, lo que tendremos son pruebas irrefutables de que todo ha sido una manipulación y a los culpables listos para ser enjuiciados. Espero que les embarguen hasta los calzoncillos que lleven puestos y se pudran en una celda húmeda, oscura y mohosa hasta el último de sus días, porque esta gente es un peligro para toda la sociedad y hay que mantenerlos alejados de todos y totalmente incomunicados, por el bien de todos.
#1 Si, pero a lo mejor para nosotros ya es tarde.