Un buen videojuego puede ser tan emocionante como una película, tan profundo como un libro e igual o más divertido que cualquier otra forma de entretenimiento, con el añadido de que además es completamente interactivo.¡Qué placer terminar un combate con un sho-ryu-ken!, ¡qué recuerdos de tardes inolvidables y de días sin preocupaciones!.