Tras año y medio de recesión en la Eurozona, las políticas de austeridad parecen no haber cambiado, y puede que ahora más que nunca estemos al borde del colapso financiero y moral, máxime cuando los nacionalismos vuelven a resurgir en una Europa que no supo curar estas heridas de guerra que le costaron la unidad en un pasado no tan lejano. “El Directorio” -así llama Mariano Guindal en su libro Los Días que Vivimos Peligrosamente al conjunto de países que abogan por la austeridad- parece no tener vista de la bomba de relojería que han fabricado