Una modernísima centrifugadora igualitarista disgrega las doctrinas tecnocráticas de mediadores, orientadores, psicopedagogos y comisarios político-sindicales. Estos son los nuevos mandarines y brujos, sustitutos de curas y exorcistas; arribistas burócratas del control ideológico, de un modelo educativo lúdico-festivo que promociona pretenciosas asignaturas divulgativas de administraciones oligárquicas sin valor como disciplinas de la inteligencia. Venenos lentos para una tutelada sociedad civil, remodelada conforme a una imaginación común, fáb