Dos aves rapaces protegidas halladas muertas a finales de agosto a 15 kilómetros de Medina del Campo presentaban restos de clorofacinona y bromadiolona, dos sustancias venenosas que se utilizan para acabar con la plaga de topillos , según los análisis del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de Ciudad Real, con fecha de 20 de noviembre