Hace 11 años | Por kel a blogs.publico.es
Publicado hace 11 años por kel a blogs.publico.es

El umbral de resistencia al encabronamiento en España alcanza ya cotas de mansedumbre orteguiana, ilimitada y lanar. Pero no somos culpables: cuando te estás enfadando por una “cosa”, aparece otra enseguida que te quema aún más y luego otra que tapa a la anterior. Y al final, ya no te acuerdas de por qué estabas indignado al principio y te quedas traspuesto en el sillón, oyendo el ronroneo informativo que narra la descomposición del país con el mismo traqueteo repetitivo y adormecedor de las etapas ciclistas en las sobremesas veraniegas.

Comentarios

D

Pues encabronarse.

guillermoese

De momento gana la opción de balar.