Hace 15 años | Por --104239-- a my.opera.com
Publicado hace 15 años por --104239-- a my.opera.com

Bellos, orgullosos, de largos y estilizados cuellos, sin embargo, los cisnes no cantan. Pero rompen su mudez de toda la vida en un único momento: cuando están a punto de morir. En ese mismo instante, cantan de una manera armoniosa y casi mágica. El sonido de ese canto se parece, por momentos, a la música de un corno, que es un típico instrumento de orquesta sinfónica. Cuando la muerte esta ya más cercana, aquel sonido cambia misteriosamente y se asemeja al tañer de unas campanas graves…

Comentarios

Libertual

Esto parece que lo ha escrito un cura.

Que orgullosos se sienten algunos al verse tan lejos de la realidad.