Publicado hace 13 años por carmenmt a mundodespierto.blogspot.com

En pleno siglo XXI, tras haber bailado durante siglos y siglos el mismo son hipnotizador de nuestros gobernantes, aun lo seguimos haciendo inconscientes de que nuestras disfrazadas democracias esconden el mensaje de la obediencia más absoluta al poderoso. Oprimidos y opresores somos todavía la anacrónica realidad de un mundo cada vez más empeñado en convencernos de lo contrario: que somos sujetos libres con voz y voto, con derechos inalienables, con el sobrado poder para decidir sobre nuestro futuro y con el orgullo de ser un pueblo soberano.