Hace 13 años | Por --225180-- a lafieraliteraria.com
Publicado hace 13 años por --225180-- a lafieraliteraria.com

Para Pérez Reverte, las mujeres de aquel tiempo “eran señoras”. Las de ahora, no. Con tan lúcidos pensamientos en sus preclaras mentes, continúan paseando hacia la Plaza Mayor. Y es cuando “el radar de Javier” divisa “por la proa un ejemplo rotundo de cuanto hemos dicho”: “se nos cruza una rubia de buena cara y mejor figura, vestida de negro y con zapatos de tacón, que camina arqueando las piernas, toc, toc, con tan poca gracia que es como para, piadosamente --¿acaso no se mata a los caballos?— abatirla de un escopetazo”.

Comentarios

D

Querida Cristina Aguilar:

A despecho de los modos del señor Reverte, y de que sigue habiendo señoras (como mi señora novia), cierto es que la plebe está decantando sus gustos por las lorzas al aire, los tangas visibles sobre el pantalón y demás atrezzo poligonero, que, al igual que el señor Reverte, me resulta vulgar, al igual que su obsesión por el reggeton, hablar a gritos, los aros de oro y el piercing ombliguero indiscriminado aunque se tenga más barriga que una gestante.

http://www.shangaylily.com/divario/wp-content/uploads/2009/08/poligonera.jpg

En cuanto a usted, sepa que usar términos com o "mefistotélico" o afines no la hacen más lista.

En cuanto a la señora Almudena Grandes, estoy seguro de que puede enseñarle a usted muchas cosas sobre el feminismo, y sobre como una mujer puede sumergirse con gran éxito entre la hasta entonces exclusivamente masculina novela erótica (y con gran arte gracias a Las edades de Lulú). Si se molesta en leer Malena es un nombre de Tango, verá una novela redonda y bien escrita.

Si lee usted algo más que panfletos de la berdadera hizquierda.

Un afectuoso saludo.

D

#1 Dos apuntes sobre Almudena Grandes.

Las edades de Almudena Grandes. Crítica acompasada de su novela Las edades de Lulú.
http://www.lafieraliteraria.com/index.php?option=com_content&view=article&id=207:edades&catid=6:todos&Itemid=21

Almudena es un nombre de chotis.
http://www.lafieraliteraria.com/index.php?option=com_content&view=article&id=209:chotis&catid=6:todos&Itemid=21

D

#2 Muchas gracias por la información; pero de críticos desafortunadamente y como bien decía el gran Larra, España está llena.
Furibundos é inútiles críticos que no han escrito nada en su puta vida, rajando desde su mediocridad, superando con su legión a la de malos escritores. Estos "críticos" que por su incapacidad de escribir una novela aunque sea una mierda, escriben artículos con ínfulas criticando el trabajo de otros, sin que de el texto al completo sea dado sacar una idea general de la razón de lo criticado. Buen ejemplo esos dos enlaces que me dás.

Un saludo.

Ah....

"Pero la opinión de Palomo continuaba pesando en mi ánimo, por lo que decidí leer la obra que consagró a Grandes, Malena es un nombre de tango , tan ensalzada por los mejores críticos españoles: los García Posada, Conte, Sanz Villanueva, Ramón de España, Guelbenzu, Savater, Trapiello, García Montero etc. y sobre cuyos valores literarios, el mayor elogio que había llegado a leer es que tuvo, en menos de un año, nueve ediciones. "

Evidentemenente el crítico tiene más conocimientos ligerarios que todos estos juntos

De todas formas, la crítica me resbala, prefiero leer y juzgar por mi mismo.

Gracias.

PD: Hablando de Larra, he recordado "El literato o Don Timoteo":

Figúrense ustedes un ser enteramente parecido a una persona; algo más encorvado hacia el suelo que el género humano, merced sin duda al hábito de vivir inclinado sobre el bufete; mitad sillón, mitad hombre; entrecejo arrugado; la voz más hueca y campanuda que la de las personas; las manos mijt y mijt, como dicen los chuferos valencianos, de tinta y tabaco; grave autoridad en el decir; mesurado compás de frases; vista insultantemente curiosa y que acecha a su interlocutor por una rendija que le dejan libre los párpados fruncidos y casi cerrados, que es manera de mirar sumamente importante y como de quien tiene graves cuidados; los anteojos encaramados a la frente; calva, hija de la fuerza del talento, y gran balumba de papeles revueltos y libros confundidos, que bastaran a dar una muestra de lo coordinadas que podía tener en la cabeza sus ideas; una caja de rapé y una petaca: los demás vicios no se veían. Se me olvidaba decir que la ropa era adrede mal hecha, afectando desprecio de las cosas terrenas, y todo el conjunto no de los más limpios, porque éste era de los literatos rezagados del siglo pasado, que tanto más profundos se imaginaban cuanto menos aseados vestían. Llegué, le vi y dije: «Éste es un sabio».

D

#3 Parece que no te caen muy bien, pero los críticos tienen que tener mala leche. Si no, pasa lo que pasa hoy con la crítica. Que sólo es publicidad y no se puede hablar mal de nadie.

Salvo de los que sí critican.

¿Tú consideras que este pasaje aquí citado tiene gran arte?

El de los carnosos traseros de tan apetitosa apariencia es sujeto caro a la autora, que lo volverá a tocar en otros libros, como por ejemplo, en Malena es un nombre de tango, página 362: “Aprecié la calidad de su carne, su espalda inmensa, lisa, un trapecio perfecto, y las huellas circulares de los riñones como dos hoyos casi colmados, sobre un culo perfecto, el mejor, el más hermoso culo de todos los culos que he visto nunca, redondo y rotundo y carnoso y plano y duro y firme y elástico y claro y suave y amasable y mordible y engullible y deglutible como ningún otro culo haya existido jamás”. Dejando al margen lo ridículo de ambos pasajes, asombra pensar en la cantidad de culos que ha tenido que contemplar esta mujer para permitirse sentencias tan rotundas y tan prolijas descripciones. Almudena Grandes es, sin duda, una experta en culos, que, según el teniente coronel Tejero, es lo más grande que se puede ser en este mundo, después de ser español. Y quizá sea también culiadicta, una adicción tan respetable como otra cualquiera, y fetichista de culos. No quisiera tener yo mi nalgar en las proximidades de su dentadura, cuando a Almudena le dé el volunto de engullir glúteos y deglutirlos. Para reconocer las muecas de un ano y distinguir uno mezquino de otro generoso, uno fruncido de otro desplegado o uno redondo y autónomo de otro cuadrado y que trabaja por cuenta ajena, no solamente hay que ser muy observadora, hay que haber observado atentamente muchos anos. Ante semejantes portentosas cualidades, no sabe uno cómo expresar su asombro ni qué parte descubrirse, ni si exclamar chapeau! o caleçon!

D

#4 Nunca me han gustado ni los críticos, ni las críticas acompasadas en concreto. Ello se debe a que tratar de redimir o condenar un libro por una serie de citas (como tú pones ahora) me parece imposible, y que un libro puede tener muchas virtudes incluso con graves defectos formales; un ejemplo que se me ocurre por haberlo leido hace relativamente poco es La cabaña del tio Tom, simplon, infantil, con fallos ténicos, de su época, pero encantador. Como cualquier artículo técnico, una crítica debería ser fácil de leer, concisa, puntuada e ir al meollo del asunto. El siguiente párrafo sombreado a la frase que destacas sobra. Cualquie escritor comete fallos formales, tanto más numerosos cuanto más larga es la obra en cuestión. Y eso lo admitirá un mismísmo premio Nobel.

En cuanto a Malena, trataré de describirte lo que yo ví en el aunque lo leí hace casi diez años: La huella que me dejó es la de una novela amena, efectivamente costumbrista, sin grandes pretensiones formales pero bien hilvanada y que consigue mantener el interés; asimilable a las vivencias de la persona común, con un punto erótico marcado pero no excesivo o ofensivo, consigue marcar la simpatía por la protagonista pese a su natural egoista y relativamente superficial.