La valentía, como otras tantas virtudes (prudencia, solidaridad o fortaleza), no es una cualidad permanente que nos acompaña todos los días en mayor o menor intensidad, antes al contrario, es un atributo que surge ante determinados estímulos exteriores. Por eso nadie es siempre valiente, sino que lo es en un determinado momento: cuando pudo huir y no lo hizo; cuando pudiendo dudar, actuó. Ayer España tuvo una oportunidad de demostrar muchas virtudes y, como viene siendo habitual en una fecha tan señalada, no hizo todo lo que pudo.