www.lne.es, La Nueva España, Nadie es adicto al sexo hasta que lo cazan y nadie puede serlo de un nivel de ingresos para abajo. Sin abogado caro, sin psicólogo deportivo y sin clínica de desintoxicación una persona se queda en rijosa, en calentorra, en llámalo «X»
Hablar de adicción al sexo es totalmente erróneo por muchos motivos:
- Para hablar de adicción, tiene que existir una sustancia externa: se es adicto al alcohol, a la cocaína, a la heroína. No se puede ser adicto al juego (a no ser que uno se inyecte tragaperras), no se puede ser adicto a los videojuegos, ni adicto al trabajo...
- Las personas tachadas de adictas a ciertas conductas (ludópatas, "workcoholics", etc.) normalmente, padecen un trastorno obsesivo-compulsivo en el que priman las compulsiones sobre las obsesiones.
es importante diferenciarlo, porque los tratamientos no son los mismos, las problemática de base no es la misma, y el origen biológico del problema no es el mismo.
Por otro lado, ni la APA ni la OMS reconocen la adicción al sexo como un trastorno mental. Por lo que habría que estudiar si estas personas tienen realmente un problema con las conductas sexuales, o hay una moral social de base que les tacha de enfermos.
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Hablar de adicción al sexo es totalmente erróneo por muchos motivos:
- Para hablar de adicción, tiene que existir una sustancia externa: se es adicto al alcohol, a la cocaína, a la heroína. No se puede ser adicto al juego (a no ser que uno se inyecte tragaperras), no se puede ser adicto a los videojuegos, ni adicto al trabajo...
- Las personas tachadas de adictas a ciertas conductas (ludópatas, "workcoholics", etc.) normalmente, padecen un trastorno obsesivo-compulsivo en el que priman las compulsiones sobre las obsesiones.
es importante diferenciarlo, porque los tratamientos no son los mismos, las problemática de base no es la misma, y el origen biológico del problema no es el mismo.
Por otro lado, ni la APA ni la OMS reconocen la adicción al sexo como un trastorno mental. Por lo que habría que estudiar si estas personas tienen realmente un problema con las conductas sexuales, o hay una moral social de base que les tacha de enfermos.