Que el calor puede hacer estragos en la mente de una persona queda practicamente demostrado contemplando la imagen adjunta. Bajar algunos grados la temperatura de una habitacion en detrimento de perder una ventana me da que pensar que igual hay gato encerrado. Posiblemente este acto encubra una extraña camara frigorifica clandestina para conservar carne de gato o cualquier otro animal (a lo mejor de dos patas). En fin, ver para creer...
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"Ande yo caliente, ríase la gente"