A los hermanos Castro y a la nomenclatura cubana les gustaría ser como el protagonista del relato de Francis Scott Fitzgerald, El curioso caso de Benjamin Button, que David Fincher llevó al cine en 2008. Su vida y su obra están a punto de fenecer. Pero ellos actúan como si fueran a vivir eternamente, como si su obra fuera a persistir, sin embargo es difícil creer que la revolución cubana va a continuar después de la desaparición física de sus hacedores.
Comentarios
El País...ese periódico que escribe más noticias sobre Cuba que sobre los EEUU.
No tienen la mas loca idea de lo que hablan verdad... Cuba y su sistema ha de desaparecer, no porque se mueran los vejetes, si no por sus errores humanos...