El valor del cero es un concepto abstracto que tiene una gran repercusión en la psicología de precios y en nuestro comportamiento como consumidores. El efecto de lo gratis nos nubla la razón, llevándonos incluso a acaparar con ansia lo que percibimos como un regalo de difícil cuantificación y a aceptar calidades inferiores simplemente porque nos parece que no nos van a costar nada.
Algunos experimentos paralelos han demostrado, por ejemplo, que cambiamos de comportamiento cuando realizamos un servicio remunerado que cuando lo hacemos sin percibir ningún dinero a cambio. O que cuando algo es gratis y se pide que sólo se tome una unidad, se toma efectivamente una unidad, mientras que si se le pone precio, tendemos a comprar más de una unidad.
Esto es una tontería como un templo. Si yo le reparo un ordenador a alguien, lo trato igual cobrando que sin cobrar. Claro será, porque pienso más en la satisfacción del cliente o a la persona que ayudo, que en el dinero...y este no me sobra precisamente, ni mucho menos.
Por eso, ante la duda y con un precio cero en el terreno de juego acaparamos… aunque nos rebajen el precio del competidor y por más que la calidad sea inferior. Dando vueltas a esta idea, Ariely experimentó con chocolatinas que servirían como moneda en un juego de intercambio de chocolates, y las conclusiones fueron las mismas que con el dinero: ante un precio cero, perdemos el sentido.
Seguimos para bingo. Pues que explique como una leche de marca Hacendado es más barata que la Central Lechera Asturiana y encima la calidad de la primera es mucho mayor.
El mito de que lo barato es malo o que lo caro es bueno...
Comentarios
Inteligente modo de colonizar las mentes.
Algunos experimentos paralelos han demostrado, por ejemplo, que cambiamos de comportamiento cuando realizamos un servicio remunerado que cuando lo hacemos sin percibir ningún dinero a cambio. O que cuando algo es gratis y se pide que sólo se tome una unidad, se toma efectivamente una unidad, mientras que si se le pone precio, tendemos a comprar más de una unidad.
Esto es una tontería como un templo. Si yo le reparo un ordenador a alguien, lo trato igual cobrando que sin cobrar. Claro será, porque pienso más en la satisfacción del cliente o a la persona que ayudo, que en el dinero...y este no me sobra precisamente, ni mucho menos.
Por eso, ante la duda y con un precio cero en el terreno de juego acaparamos… aunque nos rebajen el precio del competidor y por más que la calidad sea inferior. Dando vueltas a esta idea, Ariely experimentó con chocolatinas que servirían como moneda en un juego de intercambio de chocolates, y las conclusiones fueron las mismas que con el dinero: ante un precio cero, perdemos el sentido.
Seguimos para bingo. Pues que explique como una leche de marca Hacendado es más barata que la Central Lechera Asturiana y encima la calidad de la primera es mucho mayor.
El mito de que lo barato es malo o que lo caro es bueno...
Salu2