Después de años de promesas, retrasos y expectativas más o menos infundadas, la Operación Calderón y por extensión el traslado del Atlético a La Peineta están en el alero. La presidenta Aguirre reconoce ahora que la operación era gravosa para el Atlético, dando a entender que los beneficiados eran sus dirigentes personalmente, y pide que no se pretenda sacar dinero público a costa de hacer colmenas. El Consistorio contesta que la Comunidad lo aprobó y por lo tanto también es responsable.
Comentarios
Amigo, es que cuando hay que vender humo, todo es muy fácil, pero cuando hay que asumir los costes de determinadas cosas y no se tiene un duro, ni al Faraón como excusa, la cosa cambia y ya no te puedes colgar todas las medallas.
Es interesante ver lo poco que están tardando en pelearse ayuntamiento y comunidad por algo que muchos atléticos llevamos diciendo años, ese traslado, en las condiciones del convenio luego reflejadas en la modificación parcial del PGOUM es malo para el club.