“Una década de exiguo crecimiento económico, una década perdida, puede tener nefastas consecuencias sobre un país, entre otras un desempleo estructural a niveles difícilmente soportables y un déficit de infraestructuras que minimice el crecimiento futuro”. Así se expresaba recientemente el profesor del IE Fernando Fernández en una conferencia sobre cómo evitar una década
Comentarios
¿Volviendo a aquellos maravillosos años?