Nuestras ideas han de ser claras y sencillas, concretas, creíbles, haciendo uso de la sorpresa y la emotividad, narradas a modo de historias. Necesitamos despertar el interés del oyente. Requerimos de un discurso que salga del montón, cual único y excepcional. Visto en http://negociame.com
Comentarios
Las mías ya van lo suficientemente escotadas, prietas y turgentes... Si es que no pienso en otra cosa!!