Mientras las grandes empresas de España mantienen sus oligopolios, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) se dedica a expedientar y multar a grupos de profesionales liberales, como la Unión de Correctores, por publicar unas cifras que pretendían orientar a los autónomos que se inician en la corrección. Miles de profesionales se ven obligados a hacerse autónomos para ejercer su profesión a merced de los precios que marcan, no el mercado libre, si no las empresas que se benefician de no tener que contratarlos como empleados.