Hace 11 años | Por Lies a elmundo.es
Publicado hace 11 años por Lies a elmundo.es

A veces no le damos importancia a que haya incluso canales de televisión dedicados a engañar a la gente vendiendo supersticiones 24 horas al día. La verdad, no parecen tan peligrosos. En realidad sí lo son, lo que pasa es que no pueden permitirse determinados excesos. Los ejemplos de Tanzania y Nigeria, y sus versiones de 'la caza de brujas', nos enseñan lo que pasa cuando estos tipos no encuentran barreras a su arte y cómo la superchería es, además, un mecanismo de control social contra los más pobres e indefensos.

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Meinster

En Tanzania algunos se aprovechan de la creencia en la brujería para acusar a los que les molestan, otros, en su ignorancia, piensan que la persona que vive repudiada por el pueblo lo es por se mala persona, y ella es la culpable de las desgracias que ocurran.
En Nigeria las iglesias que meten el miedo a que los niños sean poseidos.

En ambos casos la falta de cultura hace al ser humano peligroso.

En Europa sorprende lo mucho que se cree en la brujería, especialmente en España, donde incluso gente culta, con estudios es capaz de creer. Puedo entender a alguien que ha sufrido una desgracia, que busque creer, pero se debería perseguir a todos esos adivinos, o hacer que prueben sus poderes, en el caso que no puedan prohibir su actividad.