Hace 16 años | Por sensacionalista a elperiodico.com
Publicado hace 16 años por sensacionalista a elperiodico.com

Cuando uno entra en política paga un precio. Tiene que prepararse, por ejemplo, para el constante escrutinio público y para convertirse en diana de humoristas. En EEUU, la mofa de los representantes elegidos es casi una tradición, y el ritual se confirma en la actual disponibilidad de numerosos juguetes y objetos en los que se combina crítica y humor y que no dejan libre a ninguno de los políticos, sin importar la raza, el género o la orientación sexual.