Las capillas se cambian por pagodas y las flechas amarillas por muñecos rojos. Tallas budistas a cambio de cruces y un gorro susenaga que portar en lugar de una vieira. Pero la filosofía es la misma: en torno a Shikoku, una isla semidesconocida al sur de Japón, discurre un Camino de Santiago. Peculiarmente circular, el peregrinaje de los 88 templos sagrados de Shikoku sigue el perímetro de la isla a lo largo de 1.400 kilómetros. “Los templos solo marcan el peregrinaje, no son el peregrinaje”, es una frase que escuchamos varias veces en la isla
Comentarios
"un pasillo de cientos de metros, dividido a lo largo en dos por una cuerda, atada a su vez a decenas de estatuillas de piedra con gorros y baberos rojos. Que sonríen tan en paz como perturban."
Son estatuas de Jizo. Menos mal que el autor/ la autora no saben por qué están allí: Jizo es el monje que ayuda a los niños muertos en la infancia o abortados (tanto de manera espontánea como intencionada), que tienen que pasar la eternidad acarreando piedras del río Sanzu del infierno.
http://en.wikipedia.org/wiki/Jizo#In_Japan
Llamar "caminos de Santiago" a las rutas de peregrinaje supongo que es parecido a llamar "campos de fútbol" a las hectáreas.
¿No?